Nehodí se? Vůbec nevadí! U nás můžete do 30 dní vrátit
S dárkovým poukazem nešlápnete vedle. Obdarovaný si za dárkový poukaz může vybrat cokoliv z naší nabídky.
Esta novela es el segundo libro de la Trilogia del Rio Passaic, es un drama tan intenso que seria improbable en cualquier lugar que no fuera el Newark de 1946. En todo el pais, millones de personas se enfrentaban a la perdida de sus seres queridos, y los horribles recuerdos se enterraban por el bien comun. Pero no en Newark. Dos cuerpos mutilados fueron sacados del putrido rio Passaic, y el brazo cortado de un tercer hombre fue encontrado cuidadosamente envuelto y atado en el vertedero de la ciudad. Las tres victimas eran miembros del movimiento Bund germano-americano, amantes de Hitler que tuvieron que pagar el precio de apoyar a un loco. Alguien estaba enviando un mensaje de que solo la venganza podia aclarar la mente y liberar el alma.Nick Cisco y su compaero, Kevin McClosky, dos veteranos policas de homicidios, no tardaron en darse cuenta de que estaban en un aprieto al enfrentarse a la ambicin, la avaricia, la tensin racial, las intrigas internacionales y una poderosa iglesia que estaba en peligro. Los tres asesinatos no podan llegar en peor momento para Cisco. Su mujer, Connie, le haba abandonado, y su familia catlica, muy unida, le haba repudiado por su aventura con su amante, Grace.Para aumentar el caos, Cisco se enter de que podra tener otro homicidio en su haber. El padre Terry Nolan acorral a Cisco en la morgue de la ciudad y le exigi ayuda. El abogado principal de M.L. Kraus, fabricante del gas venenoso Zyklon B, y su esposa alemana estaban golpeando severamente a un hurfano catlico que pretendan adoptar. La Archidicesis haba sopesado las enormes contribuciones en metlico de Kraus frente a la difcil situacin de la nia indefensa y no hizo nada.Kraus, que se enfrentaba a una serie de acusaciones de crmenes de guerra en Alemania, estaba luchando por sus enormes posesiones qumicas de antes de la guerra en Nueva Jersey. Un tribunal federal de Newark pronto decidira el destin