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Todo el mundo ha escuchado en infinitas ocasiones una canción titulada æOh, Pretty Woman'. Es más, resulta extraño encontrarse a alguien que no haya visto la película protagonizada por Richard Gere y Julia Roberts que toma el nombre de este clásico del rock. Lo mismo ocurre cuando suena por la radio æYou Got It'. Ambas han sonado tantas veces en fiestas, bodas, discotecas... Pero, cuando alguien pregunta quién era el hombre con esa voz tan inclasificable que interpretaba esas piezas, la mayoría de las personas ignoran la respuesta o buscan inútilmente en los recovecos de su memoria. Pues bien. Era Roy Orbison (1936-1988), un artista único, un compositor lleno de talento y un hombre cuya vida estuvo marcada por la mala suerte. Pero decir sólo eso sería arañar la superficie, ir a lo fácil, no complicarse la existencia. El autor, siguiendo esa premisa propia de un periodismo que quiere ser riguroso pero a la vez original, ha buscado no sólo los momentos tristes y felices, sino también las conexiones que tuvo el cantante tejano con otros artistas como George Harrison, Elvis Presley o David Lynch. De esa manera, cuando vuelva a sonar en cualquier lugar del planeta aquella voz tan maravillosa que nos habla de mujeres hermosas o de la soledad y quieras saber quién estaba frente al micrófono, sólo tendrás que consultar este libro y conectar con Roy y su música.