Grandes miradas, La hora azul y La pasajera, de Alonso Cueto: el crepúsculo del desastre

Quien lee, afirma Alonso Cueto, solo necesita de su imaginación para alcanzar lo imposible. Quien escribe es un "voyeur" del espejo del mundo, alguien ambiguo, multiplicado, con apetencia de extremos y límites, que ha elegido observar y contar antes que hacer y vivir. Claro que contar y observar también es una deliciosa forma de existencia. Con la intención de profundizar en esos y otros pensamientos de este referente en la narrativa peruana contemporánea, y de reunir en un mismo texto al hombre y al creador, se ha realizado el presente estudio. Su intención es la de ofrecer una panorámica general de los aspectos más importantes que rodean a las que se han considerado hasta ahora sus tres mejores obras: "Grandes miradas" (2003), "La hora azul" (2005) y "La pasajera" (2015). Sin duda, suponen un antes y un después por diversas razones: no solo plantean una temática distinta, especie de ficción histórica con tintes socio-políticos, sino que también asistimos a la culminación de un período (donde se fusionan todas las tendencias ya experimentadas) y al surgimiento de un cambio notable en su estilo. Alonso Cueto demostrará que no solo es otro escritor de novelas, sino una conciencia viva y crítica de la sociedad peruana, un nombre clásico ya de la cultura de su país que pretende seguir redescubriendo caminos literarios.